Guía para potenciar su estrategia de marketing en medios escritos e Internet
El buen marketing siempre es un aliado para que una empresa alcance su objetivo, pero no todo lo que se pretende englobar bajo esta área es, en realidad, buen marketing. Comenzar por identificar los errores más comunes de las empresas en el desarrollo de una estrategia ayuda a prevenirlos.
La impaciencia es uno de los males más comunes. Se espera que las campañas creen un feedback inmediato, antes incluso de comprobar si ésta resulta interesante para el cliente. También puede ser contraproducente ir emprendiendo acciones en función de lo que se vaya ocurriendo al responsable de la campaña, sin que esté establecido un porqué claro en relación al objetivo.
El envío masivo de información sin considerar lo que ya se supone que ha llegado (como el contenido existente en la web) con la idea de que más vale cantidad que calidad, tampoco ayuda.
Diseñar un buena estrategia de marketing
Cuando se trata de una campaña mal diseñada, poco se podrá hacer para potenciarla en el futuro. Así que antes de analizar qué se puede hacer para potenciar, habrá que recordar cómo diseñar una buena estrategia de marketing.
En primer lugar, habrá que identificar en torno a qué producto o servicio se va a trabajar, ó si se cuenta con más de uno. No todos ofrecen la misma rentabilidad a la empresa ni se pueden promocionar igual, y darle prioridad a uno ayudará a centrar la atención en él y tomar buenas decisiones estratégicas al respecto. Habrá que tener en cuenta el atractivo del producto y la posición competitiva con la que éste cuenta en el mercado.
En esta era de proliferación de la información, las personas tienen la posibilidad de seleccionar los canales que más se adecuan a sus circunstancias, y las empresas deben saber llegar a ese público objetivo diferenciado. Éste se establece por situación geográfica, por datos demográficos, psicográficos y por el comportamiento que se observa con la marca. En cada categoría se enmarcan datos útiles como la nacionalidad, el género, la edad, el nivel educativo, la profesión, los ingresos, la fidelización…
La estrategia también se puede diseñar en torno al posicionamiento de marca. Para ello, hay que identificar qué atributos valora mejor el consumidor, con el pertinente estudio de mercado, y trabajar en ellos para hacerlos más atractivos. Conceptos como el de la relación calidad-precio son aquí sumamente interesantes.
La prensa escrita para potenciar la estrategia
El trasvase de lectores de la tradicional prensa escita a los portales informativos en Internet ha hecho que muchas empresas solo se planteen sus estrategias en el online. Sin embargo, ampliar los canales puede ayudar a potenciar la estrategia.
Pensemos, por un ejemplo, en que el público objetivo al que ésta debe dirigirse es un hombre de entre 55 y 65 años acostumbrado a leer diariamente un periódico de tirada nacional. En este caso, un anuncio en prensa escrita no serviría solo para potenciar, sino que tendría más sentido que ubicarlo en una web.
Para lanzar un anuncio en prensa escrita, hay que ponerse en el lugar del cliente que lo va a ver, y no diseñar tanto desde el punto de vista del producto. Hay que hacerlo atractivo. Ayudará también el focalizar correctamente el objetivo para concretar el mensaje y, por supuesto, organizar el anuncio siguiendo los patrones clásicos: un encabezado llamativo, claridad en la exposición, búsqueda de una respuesta concreta… El buen diseño gráfico es un valor en este apartado.
Al tratarse de buscar una respuesta sencilla, algo que hoy día suele funcionar bien es dirigir al potencial cliente a la página web. Se puede hacer con una promoción, invitándole directamente al portal online para beneficiarse de la misma.
Combinar con acciones en Internet para alcanzar el éxito
Para cuando el consumidor llegue a Internet, si ha partido de un anuncio en prensa escrita que ayudará a potenciar la campaña, éste debe presentar un contenido interesante como para que se quede.
La mejor forma de alcanzar el éxito en la web es aumentar los canales de venta, en este caso, contar con un apartado e-commerce que permita al usuario terminar la transacción sobre la marcha. Si éste ha llagado a la página web por una promoción que le ha resultado atractiva, ambas partas ganarán si se le facilita la compra.
El proceso no debería terminar ahí. El e-commerce es también una buena oportunidad para retener datos como el correo electrónico, al que se pueden enviar newsletters con ofertas relacionadas, o la dirección postal. La información vale oro, y hay que saber utilizarla bien.
marketinggestion.com administrator
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